Crisis y recesión, palabras que significan riesgo y peligro y en especial si estás a punto de arriesgar tu “seguridad laboral” para dedicar tiempo completo a emprender, es más llegas al punto de pensar en dar un paso atrás en tu decisión y mantenerte en la incómoda situación que representa para ti esa “comodidad” de ser empleado y es que a decir verdad, aunque consume los años productivos y tu energía para llevar a cabo el proyecto que corre por tus venas, hay algo que te detiene y te hace creer que esa robusta empresa que paga tu salario no estaría tan propensa a la tan nombrada recesión como lo podría estar ese “pequeño”, cómo has decidido verlo en tu cabeza emprendimiento.
En el fondo de mi ser deseo con todas las fuerzas que puedas superar esa mentalidad de escasez que te lleva a ver en tu negocio un obstáculo y no la mayor de las oportunidades para lograr mucho más de lo que lograrías ese aumento de salario que llegará tras tu ascenso, no te aferres a un salario fijo que te condena a vivir ocho horas tras la prisión que te impide desarrollar tu potencial, crear productos maravillosos, desarrollar esas ideas que con seguridad serán más fuertes cuando te apalanques en otros, más ahora en esta sociedad que le cree a las redes colaborativas y que le apunta a que los emprendedores que se la creen y logran ver más allá de lo tradicional y lo cómodo.
Crisis, si te invito a que entres en una crisis y pierdas tu estabilidad laboral para que empieces a desarrollar ideas y productos que no podrás imaginar en la cómoda estabilidad que te da tu quincena.