Ella era feliz teniendo todo bajo control, después de su luna de miel y cuando se mudaron a su nuevo apartamento hablaron de reglas y ella de forma muy proactiva tomó las riendas de las finanzas, con una declaración muy animada y llena de emoción, tal como era ella cuando las cosas le generaban interés y la hacían sentir por decirlo así, dominante: “todos los miércoles en la noche hacemos revisión del presupuesto”, imaginen esta declaración casi con una voz de júbilo y un cántico, como Heidy saltando por los verdes campos. ¿Todos los miércoles?, respondió él, con tono de total desinterés y aburrimiento, pero, accedió rápidamente después de una mirada profunda acompañada del silencio que lo dice todo, con el ánimo de no entrar en conflicto.
Y así fue el inicio de su vida financiera en pareja, el manejo de todo el dinero en una sola cuenta y, yuju: ¡miércoles de presupuestos! maravilloso, gozo y alegría en ese hogar cuando llegaban los miércoles, podrán imaginarlo todos ustedes. Por su puesto, ella con todo en orden, llenando sus cuadros de excel, comparando lo planeado con lo realizado y dando las recomendaciones para llegar a los planes necesarios. Se que muchos estarán pensando lo mismo que pensaba su esposo. ¿Todos los miércoles del resto de mi vida en este plan?
Ellos eran una pareja visiblemente feliz, no había nada malo en ellos, dos personas felices, que juntaron sus vidas para ser una pareja feliz, y así llegó el día en que ella se enteró que la perfección y el orden que quería mantener en sus finanzas eran el peor castigo para su pareja, cuando después sentarla como niño regañado de 5 años, le dijo todo el listado de sus defectos, los que ella en su interior reconoció eran ciertos, y, cerró el monólogo diciendo: “la vida no es un cuadro de excel”. La frase que hoy, 14 años después de su divorcio recuerda de manera nítida y la que le dejó muchos aprendizajes para su vida y nos sirven para concluir varias cosas de la vida financiera en pareja.
En pareja debe existir esta complicidad y equilibrio para el manejo de los recursos, si uno tiene mayor habilidad que el otro para el control, es bueno que lo haga, involucrando a su pareja en revisar lo resultados, no todos tenemos las mismas habilidades, pero no por eso debemos centrar toda la responsabilidad en el otro.
Revisen siempre la frecuencia de este proceso de chequeo y busquen la forma de acompañarlo siempre de un objetivo que los haga soñar y los lleve a centrarse más en el resultado que quieren lograr juntos que en el proceso propio de la revisión de las cifras, recuerden que si juntos quieren resultados también van a encontrar métodos que favorezcan a los dos para adelantar el proceso.
Tengan en cuenta que la vida cambia y con ella las necesidades y el consumo, revisen con frecuencia estos cambios, no se trata de mover siempre las metas, sino de entender las nuevas necesidades y hacer ajustes en pareja para no entrar en conflicto.
Si han tratado de realizar este proceso y no está dando resultados, ya sea por falta de acuerdos en lo que está ocurriendo con las finanzas, la metodología de trabajo o por que realmente la situación se sale de las manos y se vuelve un conflicto personal, busquen a alguien que les permita aclarar la situación y que no tome partido.
La causa del divorcio de nuestra pareja no fueron los miércoles de presupuesto, pero fue algo sobre lo que él nunca habló y todo estalló al final.