El Sector Cooperativo en Colombia: Crecimiento y Desafíos

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El sector cooperativo en Colombia continúa consolidándose como un actor clave dentro del sistema financiero. Al cierre de 2023, bajo la supervisión de la Superintendencia de Economía Solidaria (SES), el sector cuenta con 171 entidades enfocadas en actividades de ahorro y crédito. Estas entidades incluyen 136 cooperativas especializadas, 33 multiactivas y 2 integrales, lo que refleja la diversidad de servicios que ofrecen a sus afiliados.

Las cooperativas solidarias han demostrado un sólido desempeño, con un crecimiento significativo en términos de activos y una presencia cada vez mayor en el mercado financiero colombiano. Sin embargo, no todo es positivo. A pesar de que los indicadores de rentabilidad son favorables, el sector enfrenta ciertos desafíos, como el aumento del riesgo en algunas modalidades de crédito y la disminución en los niveles de cobertura de cartera. Estas vulnerabilidades requieren un monitoreo constante para garantizar la estabilidad del sector.

Es destacable que la exposición de las entidades de crédito a las cooperativas de ahorro y crédito sigue siendo baja en comparación con el total de la cartera, lo que ofrece una mayor resiliencia ante posibles fluctuaciones del mercado. Dada la importancia creciente de estas instituciones, el Banco de la República continuará supervisando su desempeño en los reportes de estabilidad financiera, asegurando un desarrollo equilibrado del sector.

La adopción de educación financiera tiene un impacto significativo en el crecimiento de la cartera de los asociados al sector cooperativo. Al contar con conocimientos financieros sólidos, los asociados pueden tomar decisiones más informadas sobre el manejo de sus recursos, lo que reduce el riesgo de sobreendeudamiento y mejora la calidad de los créditos otorgados por la cooperativa.

Una mayor educación financiera promueve el uso de productos financieros como el ahorro, inversiones en Certificados de Depósito a Término (CDAT) y el manejo responsable de préstamos, lo que incrementa tanto la captación de activos como la diversificación del portafolio de la cooperativa. Además, al comprender mejor las condiciones de los productos financieros, los afiliados tienden a mejorar sus niveles de cumplimiento en pagos, lo que a su vez reduce el riesgo de crédito y fortalece la estabilidad financiera de la entidad.

Por tanto, la educación financiera es clave no solo para el bienestar de los afiliados, sino también para el crecimiento y la sostenibilidad de las cooperativas en su conjunto.


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